La palabra Namaste es un término proveniente del idioma sáncristo (la lengua clásica de la India )
El término Namaste, se emplea como una forma tradicional de saludo, tanto en un momento de encuentro como en las despedidas, y se suele hacer el gesto de juntar las palmas de las manos delante del pecho cuando se pronuncia (gesto que se denomina mudra). También se usa para dar las gracias o para pedir algo, y siempre como muestra inequívoca de respeto hacia el interlocutor.
La etimología de la palabra Namaste revela que son dos las raíces que integran el término. La primera de ellas, namas, es un sustantivo neutro que significa algo así como ‘saludo’, ‘reverencia’ o ‘cortesía’, y es una partícula derivada de la raíz nam, cuyo significado es: ‘inclinarse’ o ‘reverenciar’.
La segunda raíz de Namaste está constituida por el pronombre te, que es la segunda persona del singular del complemento indirecto: “a ti”.
Por esta razón, una traducción exacta, etimológicamente hablando, de Namaste podría ser: “te saludo”, o “me inclino ante ti”.
El significado espiritual y filosófico del sánscrito concede a Namaste un aspecto que escapa de su definición puramente semántica.
Según cuentan los expertos, la partícula ‘namas’ puede adquirir el significado de “nada de mí”, acreditando que el ego propio de quien enuncia el término queda reducido a la nada, siendo esto una muestra de la actitud de humildad absoluta respecto al interlocutor. Cuando el saludo Namaste se realiza desde la autenticidad del alma, cuentan, se crea un vínculo genuino entre las dos personas, más allá de intereses, expectativas y roles sociales.
Otra característica interesante de la significación espiritual de esta palabra radica en la creencia de que existe una esencia divina en cada persona. Por tanto, decir la palabra Namaste mientras se acompaña del mudra (las manos unidas en posición de rezo y una tenue inclinación del tronco hacia delante, cuyo significado cultural nace de las religiones orientales), estamos dando fe de la presencia de la esencia de Dios en uno mismo y en la otra persona. Las esencias divinas se reconocen y se saludan.
A pesar de que en las sesiones de yoga se suele emplear Namaste al acabar la clase, lo cierto es que es más un saludo que una despedida, no obstante, los profesores de yoga prefieren usar el mantra al finalizar la clase, puesto que es ese el momento en que el ambiente y la psique de cada uno de los alumnos se encuentran en una situación más proclive para beneficiarse de Namaste.
Namaste
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